Este plato aunque es conocido tradicionalmente como cordobés e indudablemente es allí donde más auge tiene, hay quienes citan su origen en Andujar, un bar de carretera en los años 40. Y su nombre parece venir por el color rubio que toman al freírse, como los flamencos que acompañaban al emperador Carlos V.

Consiste en filetes de jamón fresco enrollado con jamón serrado y empanado, aunque es fácil encontrarlo relleno también de pimiento, queso o huevo duro. En esta ocasión me he decantado por mi combinación preferida: jamón y pimiento frito.

Ingredientes para 2 flamenquines:

2 Filetes de jamón fresco de cerdo

2 lonchas de jamón serrano

1 pimiento verde

Vino fino

Sal

Harina, huevo y pan rallado.

Aceite

Preparación:

Lo primero es macerar los filetes en el vino durante 1 hora. Esto no es imprescindible pero le dará un sabor muy rico a la carne. Una vez macerados, extendemos los filetes, salamos y colocamos encima la loncha de jamón y medio  pimiento que previamente hemos frito. Lo enrollamos a lo largo. Ahora toca el rebozado. Pasamos primero por harina, sacudiendo bien la sobrante. Luego pasamos por el huevo batido y por último por el pan rallado. Apretamos bien para que no se nos abran y ya solo nos queda freirlos en abundante aceite hasta que estén doraditos. Los servimos acompañados de mayonesa, una ensaladita y/o unas patatas fritas.